PARA VOS BARONE

Hay un periodista que se llama Orlando Barone. A mí no me cae nada bien. Trabaja, entre otros lados, en en programa de Canal Siete 6, 7, 8. Siempre lo veo en la tele y me quedo con muchísimas ganas de, como mínimo, responderle. A veces también me quedo con otras cosas porque por lo general me parece mal educado (o aprendido), soberbio y bastante gonca. La impotencia que suelo sentir desde la incomodidad de mi cama es enorme. Sin embargo, en estos últimos días me encontré con dos textos que me ayudaron a reflexionar algunas cosas. En principio y básicamente, me hizo darme cuenta de que como él tenía un blog yo además de poder escribirle ahí, podía utilizar mi espacio virtual para responderle. En realidad, tan solo voy a postear lo que puse en su blog y también los artículos que por un lado en forma negativa y por el otro en pequeños términos positivos lograron o terminaron de lanzarme a escribirle al maldito Señor Sabiondo.

Esto es lo que puse en su blog luego de leer lo que escribió sobre Cleto. El link de su nota más abajo.

Me gusta más como escribe que como hace televisión o radio. Me preocupa que no tenga dudas. Festejo su descripción del traidor de Cobos. No entiendo por qué en su texto no hay lugar para quienes lo pusieron en ese lugar, quienes compraron el regalo. Siento que las cosas buenas que tiene la gestión Kirchner-Fernández (hay muchas) usted las defiende, como mínimo, de forma irresponsable. También creo que desacreditar de la forma que lo hace en su texto al "pueblo" como usted lo llame y cual fuere su decisión es de tilingo de recoleta. A veces termino convencido (aunque no olvido de cuestionarmelo cada vez que puedo) de que si utiliza para defender este modelo las mismas armas que utilizan los impresentables opositores (sobre todo los periodistas de Clarin)se termina pareciendo demasiado a ellos. Progre, ponele, pero parecido lo mismo.



Aquí el texto que me indignó por lo líneal. Sobre todo, porque está escrito por alguien que estando en el espacio de ajedrecistas de Parque Rivadavia, Carta Abierta, se autodenomina intelectual. Eso de que la duda es la jactancia de los intelectuales, aparentemente ya pasó de moda gente y en este link lo que escribió sobre el payaso de Cobos, el Riquelme de Cobos, el Pekerman de Cobos (todos los nombres están utilizados como calificativos peyorativos). Cobos según Barone.

No tengo dudas
Mientras las madres y abuelas de Plaza de Mayo estén junto al gobierno no tengo dudas.

Mientras haya quienes sigan vivando a los represores, no tengo dudas.

Mientras los gobiernos de Latinoamérica estén cada día más ligados a la Argentina, no tengo dudas.

Mientras la jerarquía de la Iglesia sea más afín al mensaje de los opositores que al mensaje del gobierno, no tengo dudas.

Mientras el FMI esté allá pero no aquí, no tengo dudas.

Mientras la extrema izquierda se vaya tanto a la izquierda que termine en la derecha, no tengo dudas.

Mientras la derecha se indigne porque considera a este gobierno de izquierda, no tengo dudas.

Mientras haya tanta libertad que se pueda decir que el oficialismo hace todo mal y que lo seguirá haciendo mal, no tengo dudas.

Mientras se pueda caricaturizar con libre albedrío a la presidenta y su marido en el lecho conyugal, no tengo dudas.

Mientras la luz y el gas no se apaguen, y no se seque la nafta, y no colapsen los radares, los aviones y los trenes sin hacer caso de las profecías, no tengo dudas. !!!

Mientras los jubilados de antes y los de ahora cobren normalmente con plata como todos los trabajadores, no tengo dudas.

Mientras quienes se reconocen progresistas, pero están contra el Gobierno, posan incoherentes en la foto junto a los no progresistas históricos, no tengo dudas.

Mientras de un lado esté Marcos Aguinis y del otro José Pablo Feinmann; y de un lado esté la Tribuna de doctrina y del otro Carta abierta de los intelectuales, y de un lado estén Blumberg, el rabino Bemberg y el gatillo fácil, y del otro las garantías y el juez Zaffaroni; no tengo dudas.

Eso sí: tengo dudas de no tener dudas. Pero la oposición, paradójicamente, me inspira certidumbres.