lunes, 25 de diciembre de 2006

Fa fa fa(Sad Song)


Murió James Joseph Brown, o sea James Brown, o El Padrino del Soul, o El Hombre más trabajador de la industria, o The Sex Machine.
Yo no se a cuanta gente le interesará esto, pero les aseguro que Brown fue uno de los referentes más importante en la historia de la música popular. No solo por habre creado el funk y resignificado el R&B, sino por el tipo de influencia que ejerció sobre las generaciones que lo sucedieron.
Claro que se conocen algunos hecho poco felices de su vida: acusaciones de abuso sexual y algunas otras, pero son situaciones en las que cayó.
Más allá de esto Brown fue un artista comprometido, a nivel social, y a nivel de producción o evolución personal y artística. La verdad es que estoy aislado en un pueblo cerca de La Pampa y no me enteré de peor noticia que esta.
No quiero convercer a nadie de nada, pero sepan que uno de sus discos emblemáticos, Live at the Apollo, de 1964 está editado en Argentina y les romperá la cabeza...o al menos les dará alguna idea de la grandeza de este ícono de la historia musical.


Luto,congoja, tristeza, nostalgia y mucho soul...


Facu Lozano

jueves, 21 de diciembre de 2006

El Spinetta de la foto debería leer al del texto











MANIFIESTO
ROCK: MÚSICA DURA,
LA SUICIDADA POR LA SOCIEDAD.


Son tantos los matices que comprenden la actitud creativa
de la música local – entendiendo que en esa actitud existe
un compromiso con el momento cósmico humano–,
son tantos los pasos que sucesivamente deforman
los proyectos, incluso los más elementales como ser
mostrar una música, reunir mentes libres en un
recital, producir en suma algún sonido entre la maraña
complaciente y sobremuda que:

EL QUE RECIBE DEBE COMPRENDER
DEFINI TI VAMENTE QUE LOS PROYECTOS EN
MATERIA DE ROCK ARGENTINO
NACEN DE UN INSTINTO.

Por lo tanto: el Rock no le concierne a ciertas músicas que
aparentemente INTUIDAS POR LAS NATURALEZAS
DE QUIENES LAS EJECUTAN siguen guardando
una actitud paternalista, tradicional en el sentido enfermo
de la tradición, formulista, mitómana, y en la última
floración de esta contaminación, sencillamente
“facha”.

Sólo en la muerte muere el instinto. Por lo tanto, si éste se
mantiene invariable, adjunto a la condición humana a la que
necesitamos modificar para reiluminarnos masivamente,
quiere decir que tal instinto es la vida.

El Rock no es solamente una forma determinada de ritmo
o melodía. Es el impulso natural de dilucidar a través
de una liberación total los conocimientos profundos
a los cuales, dada la represión, el hombre cualquiera no
tiene acceso.

El Rock muere sólo para aquellos que intentaron siempre
reemplazar ese instinto por expresiones de lo superficial, por
lo tanto lo que proviene de ellos sigue manteniendo
represiones, con lo cual sólo estimulan “EL CAMBIO”
exterior y contrarrevolucionario. Y no hay cambio posible
entre opciones que taponan la opción de la
liberación interior.

El Rock no ha muerto.

En todo caso, cierta estereotipación en los gustos de los
músicos debería liberarse y alcanzar otra luz.
El instinto muere en la muerte, repito.
El Rock es el instinto de vivir y en ese descaro y en
ese compromiso.
Si se habla de muerte se habla de muerte, si se habla
de vivir, VIDA.
Más vale que los rockeros, cualesquiera sean sus tendencias
(entre las cuales dentro de lo que se entiende por
instinto de Rock no hay mayores contradicciones) jamás
se topen con los personajes hijos de puta demonios
colaterales del gran estupefaciente de la represión
que pretende conducirnos por el camino de la
profesionalidad.

Porque en esa profesionalidad se establece
–y aquí entran a tallar todas las infinitas contusiones
por las que se debe pasar hasta llegar a dar–
un juego que contradice a la liberación, que pudre el
instinto, que modifica como un cáncer incontenible
la piel original de la idea creada hasta hacerla, en
algunos casos, pasar a través de un tamiz en el que la
energía totalizadora de ese nuevo lenguaje abandona la
sustancia integral que el músico dispuso por instinto en su
momento de crear, y luego esa abortación está presente en
los escenarios, en la afinación, hasta en la imagen
exterior del mensaje cuando por fin se hace
posible verlo.

Tengo conciencia de que el público ve esta debilidad y
no se libera: sufre.
Luego esta ausencia de totalidad, esa parcialidad, es el negocio
del Rock.
El negocio del cual viven muchos a costa de los músicos,
poetas, autores, y hombres creativos en general. O
sea, esta difamación de proyectos sólo adquiere
relieve en esa “ganancia” que representa haber ejecutado el
negocio, y solamente en ese nivel hay una aparente eficacia.
Es la parcialidad de pretender que algo que es de todos
termina en definidas cuentas en manos de aquellos
bastardos de siempre.

Este mal, por último rebote, cae nuevamente
en la nuca de los músicos, y los hace pelota.
Luego de participar del juego, son muy pocos los que aun
permanecen con fuerzas para impedir la trampa al repetir
una y otra vez el juego mediante el cual expresarse,
o simplemente arriesgar en el precipicio de
la deformación un mensaje que por instintivo es puro
y debería llegar al que lo recibe tal cual nació.
Este juego pareciera ser el único posible
(hay mentalidades que nos fuerzan a que sea así).
Lo importante es que hay otros caminos.

Luego de haber caído tantas veces antes de ejecutar
esa caída final, parábola definitiva en la que se cierran los
cerebros para no amar ni dar, hay muy pocos
músicos que pueden seguir conservando ese instinto.

DENUNCIA
SIN EL LIMITE DE LA DENUNCIA
A LO QUE NO RECIBE DENUNCIA
A LO QUE LA DENUNCIA TRASPASA
A ALGO PEOR QUE LA DENUNCIA MISMA.

Denuncio a los representantes y productores en general,
y los merodeadores de éstos sin excepción,
por indefinición ideológica y especulación comercial.

Ya que estos no se diferencian de los patrones de empresa
que resultan explotadores de sus obreros. O sea, por
ser los engranajes de un pensamiento de liberación
a quienes no les interesa que toda la pieza se mueva, dado
que al producirse el más mínimo movimiento, serían los
primeros en auto reprimirse y dejarían por tanto
de participar en “la cosa”.

Denuncio a ciertas agrupaciones musicales que se alimentan
con esas mentalidades no libres, a pesar de contar con
el apoyo del público de mente libre.

Denuncio a otros grupos musicales por repetitivos y
parasitarios, por atentar contra la música amplia y
desprejuiciada, estableciendo mitos con imágenes calcadas
de otras músicas que son tan importantes como las
que ellos no se atreven a crear ti sentir.

Denuncio a los tildadores de lo extranjerizante porque
reprimen la información necesaria de músicas y actitudes
creativas que se dan en otras partes del planeta, y
porque consideran que los músicos argentinos no pueden
identificarse con sentimientos hoy día universales.
Además es de prever que si estos señores desconocen
que la Argentina provee a su música nuevos contenidos
nativos, ellos mismos están minimizando la riqueza
de una creación local apenas florecida.

Denuncio a otras mentalidades por elitistas
y pronosticadoras del suceso de la muerte de algo que por
instintivo no puede morir antes de la vida misma.
Denuncio a las editoriales “fachas” por distribuir
información falsa en sí misma y por deformar
la información verdadera para hacerla coincidir con las
otras mentalidades a las que denuncio.

Denuncio a los participantes de toda forma de represión
por represores y a la represión en sí por
atañir a la destrucción de la especie.
Denuncio finalmente a mi yo enfermo por impedir que mi
centro de energía esencial domine este lenguaje al
punto de que provoque una total transformación
en mí y en quien se acerque a esto.

El rock, música dura, cambia y se modifica,
en un instinto de transformación.

LUIS ALBERTO SPINETTA, SEPTIEMBRE DE 1973

jueves, 14 de diciembre de 2006

Lo mejor del 2005, del 2006 y probablemente del 2007


Rock 2 tonos

Se llaman Norma, pero no por una mujer sino en alusión a una regla. Acumulan críticas positivas en cada lugar que tocan. Y todo con dos tonos.
Menos es más, ésa es la consigna de un grupo de la ciudad de La Plata, que poco a poco va ganando su público en el resto del país y el apoyo de la prensa especializada. Ellos se llaman Norma y están presentando su primer disco “Rock 2 Tonos” y el título, justamente, hace alusión a esa economía de recursos musicales, a la búsqueda de focalización, de inmediatez.
La banda tiene un formato clásico- dos guitarras, cantante y batería- sin embargo, entre el compositor y voz líder, Chivas Argüello, y Gualberto Da Orta, primera guitarra, se encuentra su marca característica.
Las influencias son muy claras, se encuentran en el movimiento post punk y new wave de fines de los fines del 70’ y principios del 80, bien sincopado y rítmico representado por la banda inglesa Wire- sus favoritos-, por los Talking Heads de David Byrne, Television, The Police y Devo, por nombrar algunas.
A pesar de que visitar esa época se está volviendo rutina- veáse Franz Ferdinand, Mäximo Park o Artic Monkeys- los vestigios de Wire no se escuchan con asiduidad en Argentina y quizás por eso o por la forma personal de procesar esos sonidos Norma se escucha original y novedosa.
Su disco tiene mucha relación con la cultura punk como canciones con crítica al capitalismo, al trabajo infantil y a la frivolidad (Chalet y Niños), pero también una invitación a la progresión tanto intelectual como escolástica (Educación) ya que en Diamantes gritan casi como premisa “no te quedes dormido en la tumba de diamantes”, queriendo decir que no te quedes dormido en los laureles.
La forma de tocar del grupo, tan rítmica, los convierte en la verdadera aplanadora del rock. Encima, Chivas Agüello, canta como con un híbrido entre un cantante al que le gusta de Wire y Moura de Virus, con una voz medio “atontada”, que le da un tono de parodia a las composiciones.

Kind of Blue















El 28 de septiembre se cumplieron exactamente 15 años de la muerte de uno de los artistas más innovadores e influyentes de la historia de la música. Hay que remarcar su nivel de influencia porque su carrera la hizo de la mano de un género poco popular como es el jazz. Miles Davis nos dejó hace una década y media, en 1991.


Miles Davis siempre estuvo en las antípodas de lo que sucedía en las composiciones de sus colegas. Muchos lo ubican como alguien que siempre estuvo a la vanguardia de todo y de todos.
Esto es, porque cuando estaba en boga el tradicional y algo aburrido dixieland, tan bailado en Argentina, el se pasó a las primeras evoluciones de arregladores como Duke Ellington, cuando la histeria experimental del be bop, de Dizzie Gillespie y Charlie Parker, hacía estallar los sucuchos de jazz en los barrios de Nueva York y llegaban hasta Francia, él comenzaba a imponer su nombre y un nuevo estilo denominado cool que se caracterizaba por absolutamente todo lo contrario, relajación, generación de ambientes y pocas notas. Por último, cuando tenía consolidado otro estilo, el jazz modal, que era como el cool pero más improvisado y tocaba con músicos como John Coltrane y Bill Evans decide deformar su arte a un nivel tal que era difícil de digerir con otros grandes intérpretes como Chick Corea, Herbie Hancock y John Mclaughlin, entre otros.
Tranquilamente, alguien con ganas de conocer la historia del jazz más moderno y sin muchas ganas de leer, podría leer alguna biografía de Miles y así conocer casi todos los estilos desde la década del 40 hasta los 90 y su cruce con el rap.
Ahora, hay datos revelados por sus conocidos y también por el mismo Davis en su autobiografía que nunca fueron tomados en cuenta.
A excepción de su negación a tocar dixieland, sus demás movimientos de “vanguardia” no lo son tanto.
Por ejemplo, el no habría dejado tocar be bop, porque no le gustaba y querría crear otro género, sino porque era malo en eso. Se perdía con la rapidez de las notas, no podía seguir ese ritmo sincopado y acelerado al máximo lleno de improvisación pero a mil por hora. Entonces, sus primeros grandes discos, Birth of cool (Brisa de frescura 49’)- pope de su estilo relajado- y Kind of Blue (Algún tipo de tristeza 59’), llegaron por sus limitaciones, que se convirtieron en sus virtudes.
El otro ejemplo, es su radical cambio radical en 1969, cuando saca Bitches Brew, armado de una especie de big band(gran banda) de gente loca, deforme y con ganas de hacer música rara.
Pero aquí también error en la historia, y esto sí confirmado, el nunca quiso hacerse el revolucionario, todo lo contrario. Miles Davis intentaba emular a los artistas de funk y soul psicodélico, como Sly Stone, para poder vender su misma cantidad de discos.Esto es Miles Davis, un tipo que sin quererlo fue vanguardista e hizo música que a nadie se le ocurrió y sin quererlo también fue el padre de todos los artistas, roqueros o no, jazzeros o no, que quisieron romper estructuras y ser verdaderos revolucionarios.

sábado, 9 de diciembre de 2006

Wow, James Wow!!!

























Pienso hacer un posteo brevísimo, en serio lo digo.

Quiero escribir porque ayer vi Casino Royale y estoy tocando el cielo con las manos.

Es una película fantástica, en todo sentido. Porque está maravillosamente actuada, por Daniel Craig interpretando a Bond, tiene una fotografía de la ostia, el montaje es excepcional y la forma en que Martin Campbell- director de las anteriores de la saga donde actuó Pierce Brosnan- lleva el relato es realmente emocionante.

Tengo ganas, muchísimas ganas, de reivindicar las buenas películas. Más allá de la corriente- hegemónica o independiente-, del estilo. Porque cada obra tiene su lugar, su contexto y una finalidad.

Esta Bond, es una película de acción con mucha historia detrás. Algo por contar, secretos por develar acerca del nacimiento de la figura del agente 007, ese machista desagradable, arrogante, ultra fachero y hábil como pocos. Por eso, desde ese lugar y de ningún otro, la película cumple. Que digo cumple, supera cualquier expectativa. Porque todo se estira al punto máximo que lo permite la saga.

El agente que interpreta Craig es un verdadero sanguinario, no juega a salvar a nadie. Es temerario, es una persona con muchísima oscuridad dentro, una cantidad de patologías-cargadas desde la infancia- incontables.

En serio, recomiendo a quien llegue a leer este texto, que vaya a ver Casino Royale.

Van a tener vértigo, van a sentir la fucking adrenalina corriendo por ustedes, van a tener ansiedad, excitación, todo lo que una película de este género- tan absurdamente vilipendeado- debe tener.





Además, para las mujeres específicamente tengo dos cosas para comentarles:

1- La sensualidad que despliega Daniel Craig, quien yo considero el mejor Bond en lo que va de la historia, es inusitada. Sus poros escupen sexo, de forma violenta quizás, pero cuanta atracción que genera. Y lo digo sin miedo a nada. Es pura realidad.

2- Esta película está basada en el primer libro escrito sobre Bond. Eso significa que aquí se ve el comienzo de muchos de los clisés que aparecerán en films posteriores. Centralmente estoy hablando del machismo. Del hecho de que la mujer sea tratada como un objeto y nada más. Que la única función de la chica bond sea mostrar su cuerpo. Aquí eso no está, sino que por el contrario y notarán el disparador de la conocida personalidad del agente 007, de su relación con las feminas.


Bueno, para cerrar esta especie de crónica, que me quedó más larga de lo que había pensado, tengo que decir que-por si fuera poco- encontrarán en Casino Royale una gran dosis de humor. Negro, parodia, de varios tipos y en su justa cantidad.


Obra maestra! Estoy verdaderamente feliz!
PD: Más allá del conflicto que pueda traerme, no puedo evitar nombrar a mi acompañante del día de ayer: señorita Greco, siempre un placer, como diría usted.

jueves, 7 de diciembre de 2006

WELCOME TO THE JUNGLE
























He logrado sacarme un blog. Todavía no lo puedo creer, pero gracias a Guadalupe Treibel, http://usehearingprotection.blogspot.com, lo logré.

En este espacio encontrarán posteos relacionados con música, centralmente, cine y con el programa que hago, junto con otros compañeros, en Radio Ciudad: Alta Fidelidad

La foto que ven tiene que ver con el nombre de este espacio "Let's Get It On", que significa una como así como: "Hagamos el amor, hagámoslo, vamos hacia adelante, etc".

Adhiero a todos los significados de la frase dicha por Marvin Gaye el cantante de soul más revolucionario del sello Motown. Sino chequeen What's Going On? del 71'.

También relaciono el llamado de la canción de Gaye como una invitación a la evolución constante. Eso le pido a los artistas que admiro!

Me despido con unas frases de Marvin Gaye y desde ya espero verlos firmando y chequeando la información que suba.
"I contend that SEX IS SEX and LOVE IS LOVE. When combined, they work together, if two people are of about the same mind. But they are really two discrete needs and should be treated as such. Time and space will not permit me to expound further, especially in the area of the psyche. I don't believe in overly moralistic philosophies. Have your sex, it can be very exciting, if you're lucky", escribió Gaye como presentación del disco Let's Get It On de 1973.

We'll Keep in touch!

Facundo Lozano