jueves, 14 de diciembre de 2006

Kind of Blue















El 28 de septiembre se cumplieron exactamente 15 años de la muerte de uno de los artistas más innovadores e influyentes de la historia de la música. Hay que remarcar su nivel de influencia porque su carrera la hizo de la mano de un género poco popular como es el jazz. Miles Davis nos dejó hace una década y media, en 1991.


Miles Davis siempre estuvo en las antípodas de lo que sucedía en las composiciones de sus colegas. Muchos lo ubican como alguien que siempre estuvo a la vanguardia de todo y de todos.
Esto es, porque cuando estaba en boga el tradicional y algo aburrido dixieland, tan bailado en Argentina, el se pasó a las primeras evoluciones de arregladores como Duke Ellington, cuando la histeria experimental del be bop, de Dizzie Gillespie y Charlie Parker, hacía estallar los sucuchos de jazz en los barrios de Nueva York y llegaban hasta Francia, él comenzaba a imponer su nombre y un nuevo estilo denominado cool que se caracterizaba por absolutamente todo lo contrario, relajación, generación de ambientes y pocas notas. Por último, cuando tenía consolidado otro estilo, el jazz modal, que era como el cool pero más improvisado y tocaba con músicos como John Coltrane y Bill Evans decide deformar su arte a un nivel tal que era difícil de digerir con otros grandes intérpretes como Chick Corea, Herbie Hancock y John Mclaughlin, entre otros.
Tranquilamente, alguien con ganas de conocer la historia del jazz más moderno y sin muchas ganas de leer, podría leer alguna biografía de Miles y así conocer casi todos los estilos desde la década del 40 hasta los 90 y su cruce con el rap.
Ahora, hay datos revelados por sus conocidos y también por el mismo Davis en su autobiografía que nunca fueron tomados en cuenta.
A excepción de su negación a tocar dixieland, sus demás movimientos de “vanguardia” no lo son tanto.
Por ejemplo, el no habría dejado tocar be bop, porque no le gustaba y querría crear otro género, sino porque era malo en eso. Se perdía con la rapidez de las notas, no podía seguir ese ritmo sincopado y acelerado al máximo lleno de improvisación pero a mil por hora. Entonces, sus primeros grandes discos, Birth of cool (Brisa de frescura 49’)- pope de su estilo relajado- y Kind of Blue (Algún tipo de tristeza 59’), llegaron por sus limitaciones, que se convirtieron en sus virtudes.
El otro ejemplo, es su radical cambio radical en 1969, cuando saca Bitches Brew, armado de una especie de big band(gran banda) de gente loca, deforme y con ganas de hacer música rara.
Pero aquí también error en la historia, y esto sí confirmado, el nunca quiso hacerse el revolucionario, todo lo contrario. Miles Davis intentaba emular a los artistas de funk y soul psicodélico, como Sly Stone, para poder vender su misma cantidad de discos.Esto es Miles Davis, un tipo que sin quererlo fue vanguardista e hizo música que a nadie se le ocurrió y sin quererlo también fue el padre de todos los artistas, roqueros o no, jazzeros o no, que quisieron romper estructuras y ser verdaderos revolucionarios.

2 comentarios:

treibel dijo...

O sea, podemos decir que Miles Davis era un verdadero rockero?

Facu Loz dijo...

Miles hasta el 75,76 fue más rockero que los beatles durante toda su carrera!