jueves, 31 de enero de 2008

"Hay que desaparecer un poco"


Entrevista con Guillermo Bonetto, cantante de Los Cafres

Txt Facundo Lozano.

Sol de interior/ generosa es la vida/ qué placer tan extenso", susurra el siempre romántico Guillermo Bonetto, de Los Cafres, en Sol del interior y se lo toma al pie de la letra. "Estoy de vacaciones hasta la primera fecha que hacemos en enero, en el parador de Rock and Pop. Por eso estoy muy relajado", cuenta el cantante de la banda de reggae más convocante de la Argentina, que hace dos meses editó Hombre simple y Barrilete, un disco doble que se vende por separado.

Su paz tiene que ver con el día (peronista y reggae, porque el sol parte la tierra) y también con el lugar donde vive, General Pacheco, en un casa con patio, el pasto muy crecido, una mini pileta que sólo alberga musgo y pececitos y obvio, relax intensivo. "Antes vivía en el barrio de Belgrano. Después de grabar un disco en un estudio de Don Torcuato me fui a vivir ahí. Estuve cinco años y me mudé acá. Una vez que llegás a esto, ya no podés volver. Yo, si me viera en un patio sin esta tierra, me deprimiría bastante".

El 7/10/07 la banda cumplió veinte años con alguna interrupción breve a principios de los '90. "Cambiaron muchas cosas. Fueron ciclos que dieron vueltas. Lo que yo rescato es que la magia está. Todavía hacemos las cosas con ignorancia e inocencia. Nos convertimos en una empresa, pero nos manejamos con mucho desorden, mucho caos. De la mano de la rebeldía y de no querer hacerse cargo de la seriedad de las cosas. Todo sigue siendo un juego. El caos es fundante porque genera la fantasía necesaria para seguir creando".

-Hablás de rebeldía, pero... ¿cuán rebelde puede ser una música que se convirtió en acompañamiento amable?
-No sé si somos amables. Nuestro enemigo, lo que hay que romper, es justamente eso: los conceptos en general. Porque los conceptos tienen una estructura sólida y las cosas no son sólidas. Las estructuras terminan siendo obsoletas. La rebeldía nuestra viene contra nuestra estupidez. Nos reconocemos como parte de esta sociedad, de este mundo y de lo estúpido que es todo. Entonces, intentamos reírnos de nosotros mismos. No pensamos en una revolución social de derrocar a alguien. Es la rebelión de derrocar a la estupidez, una lucha constante. No creemos que las cosas haya que creerlas porque las dice un libro, un sacerdote o Haile Selassie.

-¿Tocan mejor o peor después de 20 años como banda?
-A veces uno quiere ser más complejo y otras más simple. El tema de saber o no saber es raro. A veces es mejor no saber. Yo encuentro temas del comienzo de Los Cafres que están buenísimos y otros que son una garcha. Aprendí con el tiempo a valorar lo que se hace, saliendo de uno mismo.

-¿No es imposible salirse de uno?
-Uno, como partícipe, se pone en el medio, entre lo que hacés y lo que sentís. Ese estar cruzado te provoca muchas preguntas, mucha paranoia y te olvidás de que lo que estás haciendo no es tan tuyo. Hay que desaparecer un poco. Te toca a vos ser esa antena y estar ahí en ese momento, pero escapa un poco de vos. Ahí notás la mística. Hay una mística real, que es lo que escapa de vos, es matemática. Vos no tenés nada que ver con lo que te gusta, lo que escuchaste, lo que elegís, porque en realidad no elegís nada.

-El concepto de ser el medio para trasmitir algo ajeno es casi religioso...
-¡No! Estamos en contra de los dogmas. Pasa por la espiritualidad, que puede estar en una banda de cumbia que siente verdaderamente lo que hace. Puede estar mucho más presente ahí que en muchas bandas de rock o reggae. A veces se tiene más respeto por el atavío que por lo que se lleva adentro. Nosotros elegimos el reggae porque nos gustaba, no porque estaba de moda. Esa es una espiritualidad: sentir la mística de la música adentro y disfrutarla.

-¿Creés en el poder del voto y en la política en general?
-Sí, en el voto creo. No en la formación moral del político como cambiador. Creo que el cambio viene desde nosotros. Poner el granito de arena que tengas para poner.

-Siempre destacás el granito de arena a la sociedad que pone la banda. ¿Es así? ¿Es suficiente?
-Creo que es así, pero no creo que sea suficiente. A veces pienso en qué soy yo como artista. ¿Un ego asqueroso o tengo una función real e importante? Creo que son las dos cosas. Los artistas que se embanderan me dan asco. Cerrá el orto y hacé lo que quieras.

-Todos dicen que tenés buena voz. ¿Vos sos autocrítco en relación a eso?
-Creo en las cosas que tengo buenas y sé las cosas que tengo malas. Me creo lo que hice, porque nadie lo hizo antes que yo, lo tuve que inventar: poder componer en español en el estilo en que yo lo hago. Sé que lo inventé, porque no lo encontré en ningún otro lado.

Hombres simples y barriletes

El cantante de Los Cafres evita la solemnidad y por eso dice que no existen los conceptos para componer y editar sus discos.

-¿Para qué separar "Hombre simple" y "Barrilete" y no hacer una edición doble entonces?
-El disco de Los Cafres es doble, pero la forma de conseguirlo es de a uno, por una cuestión económica. Si fuese doble sería muy caro y sería el único disco que podrías comprar.

-¿Cómo debe ser ese "hombre simple"?
-La idea es: "Ama la vida que vives y vive la vida que amas". Dejá de romper las pelotas y hacé lo que querés.-Es un lugar común. ¿Es posible para gente sin recursos?-Creo que sí. Quizás les sea más sencillo, hay menos opciones.


"Hace mal fumar tanto porro"

A Bonetto, a pesar de los años con el reggae, se lo nota apasionado con el género, sobre todo con sus raíces. Pero algo cansado de la redundancia con Bob Marley: "Marley es buenísimo, pero hay otras cosas".
-Tu forma de cantar está mucho más cerca a la de Toots (de Toots and the Maytals) por lo meloso o soulero...
-Sí, seguro. Quizás más a la de Dennis Brown, que también es soulero. Pero para cantar como Toots, que hace un reggae más blusero, tenés que tener la voz más quebrada. Hay que fumar mucho más porro y hace mal fumar mucho.

-¿Qué falta conocer?
-Hay personas que no saben quién es Desmond Dekker y gracias a él se conoce el reggae y el ska en todo el mundo. Eso es un desastre. Que no conozcan a Burning Spear. O a Black Uhuru con Michael Rose.

-Siempre aparecieron enemistados con Nonpalidece y ahora viven cerca...
-Yo siempre los ayudé, no sé por qué siempre sale el tema. Pero estamos acostumbrados al River-Boca.

-¿Es el River-Boca del reggae?
- (Esquiva) No, podría ser un Boca con... no sé. Es que yo sé tan poco de fútbol...

1 comentario:

Matías Córdoba dijo...

No sé cómo llegué acá.. pero bue. Voy a escuchar tu programa ya que a esa hora entro al laburo a escribir un poco. Si es de cine y música, ahí estaré... después te paso el chivo del programa que tenemos con unos compañeros de TEA.

Saludos!! suerte

Mati